5 pasos para empezar a ahorrar la cuota inicial de tu primer hogar

 

Tienes entre 25 y 30 años y todavía vives con tus padres pero últimamente solo piensas en la independencia, sigues cuentas de decoración, sueñas con las plantas que tendrás y las reuniones con amigos que podrás hacer cuando tengas tu propio espacio siendo el mejor cocinero haciendo una receta deliciosa para tus amigos. 

O digamos que la independencia ya no es un deseo para ti porque ya estás viviendo otra etapa de tu vida, te casaste, ahora tienes un hijo y todas tus prioridades se han volcado hacia el bienestar de tu familia, a crecer juntos y cumplir muchos sueños. Sin embargo, te ronda en la cabeza la idea de comprar tu primera casa propia, ya te cansaste de pagar un arriendo y estás listo para dar el siguiente paso. 

¿Te identificas con cualquiera de estas situaciones? 

Pues bien. Sea cual sea tu caso, ahora te enfrentarás a la pregunta de cómo hacer este sueño posible y cómo empezar a organizar tus finanzas para acceder a esa casa propia y empezar a construir un patrimonio que te de seguridad y estabilidad financiera. 

Por eso, hoy queremos traerte nuestros tips expertos que te ayudarán a empezar a ahorrar y organizar tu vida financiera para que muy pronto puedas disfrutar de tu propio hogar. 

1. Hazle seguimiento a tus gastos:

El primer paso para cumplir este sueño es organizar tus finanzas personales e identificar los gastos que tienes mes a mes. En este punto es importante que clasifiques los gastos entre:

  • Fijos: como por ejemplo la medicina prepagada, el pago de deudas, mensualidades de colegio o universidad, alimentación y transporte. Estos gastos son los que no puedes cortar o reducir y que sí o sí deben estar dentro de tu presupuesto.
  • Variables: Aquí estarían aquellos gastos que tienes durante el mes y que pueden cambiar como por ejemplo lo que te gastas en salidas, en domicilios y ropa. 
  • Hormiga: Estos, según expertos, son la clave para empezar ahorrar ya que muchas veces tenemos muchos pequeños gastos que parecen inofensivos pero que al sumarse, representan una buena suma de dinero y al identificar cuánto estás gastando en cosas como cafés en la calle, snacks y otros similares, podrás tener un manejo más consciente. 

En este seguimiento, también vale la pena hacerlo en cuanto a los ingresos reales que tienes cada mes, qué ingresos extras tienes y cuánto suman en total. Esto te permitirá tener una visión más amplia sobre tus finanzas. 

Una buena manera de hacer esto es llevando registro de tus gastos de forma juiciosa un par de meses. Luego, podrás determinar en qué rubros estás gastando más de la cuenta y en dónde puedes empezar a reducir gastos. 

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2. Determina cuánto puedes ahorrar cada mes: 

Una vez tengas claridad sobre cuál es tu capacidad financiera, puedes determinar una meta de ahorro ajustada a la realidad. Cada caso es diferente, así que en este punto, recomiendan los expertos, es mejor tener metas fáciles de cumplir e irlas adaptando cada cierto tiempo según cómo vayan cumpliéndose. 

En cuanto a porcentajes de ahorro del total de los ingresos, estos dependen de la capacidad económica de cada persona, los compromisos que tenga, las deudas pendientes y los gastos fijos así que, al igual que cuando vas al médico y este te diagnostica de acuerdo a tus síntomas y particularidades, cuando hagas este presupuesto piensa únicamente en ti. 


3. Haz un presupuesto de lo que quieres comprar:

Aunque muchos soñamos con un apartamento gigante o una casa con piscina, el secreto para llegar a ella es construir un patrimonio que de a poco pueda crecer. Así que para empezar, determina tus necesidades en función de cuánto espacio necesitas, cuáles zonas te gustan, qué tipo de propiedad, etc. 

Así, podrás determinar la meta de ahorro real y empezar cada mes a sumarle a esa bolsa.


4. Reduce deudas y tarjetas de crédito: 

Una vez tengas claro cuánto puedes ahorrar, empieza a hacerle frente a las obligaciones que tienes con bancos u otras entidades financieras que te cobran intereses. Así, una vez saldes las deudas, podrás destinar mucho más dinero a esa meta de ahorro o, incluso, a la cuota inicial. 

5. Ten en cuenta las cesantías y primas: 

Este punto nos encanta porque en muchas ocasiones vemos que los compradores no tienen en cuenta que, si tienen un contrato laboral con una empresa, tienen derecho a una prima legal en junio y en diciembre de cada año que equivale a 15 días de trabajo por cada semestre y que puede impulsar el sueño de comprar casa. 

6. Grupos de inversión:

En los últimos años se ha visto que los grupos de inversión han aumentado y hoy en día son más las personas que invierten con un grupo de amigos, con la pareja o algún familiar como los papás. Esta es una muy buena opción si la capacidad financiera no es tan alta, cuando invertimos entre varias personas, el capital aumenta y se hace más fácil cumplir el sueño para tener tu primer hogar como inversión.



¡Listo! ahora que sabes esto, ¿cuándo vas a empezar a construir tus sueños? 

Si te sirvió, probablemente a tus amigos también así que ¡compártelo!